miércoles, 1 de junio de 2011

COEDUCACION EN IGUALDAD DE GENERO

Los roles comienzan a ser adquiridos desde el mismo momento en que nacemos. La familia, la sociedad, la escuela, los medios de comunicación y el trabajo son los principales ámbitos donde se aprenden los estereotipos sexuales.

Por lo que nos planteamos si las mujeres llegamos a la educación superior en igualdad de condiciones que los hombres, dada la distinta socialización que experimentamos. El diferente tipo de juguete que se da a niños y niñas conforma parte de nuestro mundo y dirigen en cierto modo nuestro futuro.
A los niños se les da para que jueguen construcciones, mecanos, juegos de indagaciones tales como los de química, minerales etc. que tienden a subrayar las relaciones entre los objetos, su manipulación, agrupamiento y separación en el espacio frente a los juguetes de las niñas que se asocian mas a las habilidades verbales y las relaciones interpersonales.

También los estereotipos sexuales, presentes en nuestras vidas desde que nacemos, asocian al hombre con características tales como la racionalidad, dominación, independencia, frialdad y objetividad, mientras que a las mujeres se asocian con la irracionalidad, pasividad, dependencia, ternura, emotividad y subjetividad. Se consideran estas características “femeninas” opuestas a las “masculinas” e infravaloradas, un obstáculo para los estudios de una carrera científica ya que las cualidades necesarias para hacer ciencia son las “masculinas”.

Que enseñar y cómo hacerlo son los retos pedagógicos planteados, se presenta la enseñanza como igualitaria y no sexista, pero que sigue poniendo muchas trabas y dificultades a uno de los dos sexos. Las niñas en el campo de la educación están en inferioridad respecto a los niños, tanto en los contenidos enseñados como en las aspiraciones, expectativas y comportamientos de profesores y alumnos.


La educación para la igualdad de género es una tarea de toda la comunidad educativa. Los centros docentes desarrollan desde hace años acciones y proyectos orientados a fomentar la educación en igualdad entre niños y niñas. La acción en este campo consiste en estrategias pedagógicas referidas a la familia, la interacción educadores/educandos, prácticas de evaluación, interacción entre alumnos, orientación… destinadas a lograr una educación realmente no sexista que conduzca a una auténtica igualdad de oportunidades de COEDUCAR en igualdad de género.

Montiel Hernández Juana

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